Joyce Meyer

Nacida entre las sombras de las guerras civiles, una congregación de hermanas católicas indígenas lleva rayos de esperanza a las comunidades marginadas en las zonas montañosas y remotas de Guatemala. Las Hermanas Misioneras de la Eucaristía, una de las tres únicas congregaciones femeninas indígenas del país, asumieron desde la década de 1970 el reto de combinar sus raíces ancestrales con una misión evangelizadora en favor de los desvalidos, brindando atención sanitaria, educativa y espiritual.

Durante sus primeros 9 años, todas las columnas de Global Sisters Report eran redactadas por las hermanas en inglés, pero desde hace un año pueden escribirlas en español para el nuevo sitio web en este idioma. “Nuestro próximo objetivo es traer más hermanas francófonas [para que escriban sus] reflexiones sobre la vida religiosa y ministerios en una edición en francés”, anuncia la Hna. Joyce Meyer, enlace internacional de GSR.

La relación entre el abuso sexual, el emocional y el espiritual con el abuso de poder en la vida de las religiosas ha sido visibilizada gracias a una mayor conciencia en el seno de las congregaciones y en la sociedad en general. ¿Qué consecuencias tiene este fenómeno para la salud mental, la libertad y la vocación de estas mujeres? ¿Puede la Iglesia prevenir y combatir el abuso de poder y de conciencia en las comunidades religiosas? En entrevista para GSR en español, la Hna. Ianire Angulo Ordorika, teóloga y profesora en la Universidad Loyola Andalucía, contesta estas interrogantes y expone su visión sobre cómo enfrentar este desafío. 

GSR Hoy - Hace muchos años, aunque a veces parezca que fue ayer, mi congregación también pasó por una crisis que nos obligó a enfrentarnos a la ruptura y la vulnerabilidad de lo que éramos. También fue una época dolorosa que, en cierto modo, no ha terminado realmente. La transformación, por suerte, no tiene un punto final.