"¿Quién dicen que soy yo?", pregunta Jesús a sus discípulos en el Evangelio de Marcos 8, 27-35. Pedro lo reconoce como el Mesías, pero no comprende el verdadero sentido de su misión, comenta la teóloga laica Consuelo Vélez, quien señala —en su reflexión para la serie Al partir el pan— que Jesús no es un mesías de gloria, sino uno crucificado, y seguirlo implica asumir su camino de servicio y entrega, abrazando los valores del reino: justicia, igualdad, fraternidad y transformación, a pesar de las dificultades.