A una década de la crisis migratoria en la frontera sur de EE. UU., la situación no ha mejorado. La Hna. Kathleen Erickson reflexiona sobre sus causas profundas, la continua llegada de menores no acompañados y la paradoja de un país que necesita trabajadores, pero no permite que millones de solicitantes de asilo trabajen mientras esperan sus audiencias.