“Basta de tergiversar el mensaje de Jesús por parte de aquellos que, considerándose sucesores en la línea de los apóstoles, ni hacen ni dejan hacer: frustrados y amargados por una soledad invivible, cortan las iniciativas y acallan la voz del Espíritu en ese cuerpo de Cristo que somos todas y todos”: Hna. Carmen Notario. (Foto: Pixabay)
por Carmen Notario
Al recibir las tablas de la ley y sellar la alianza con Yahvé, el pueblo, que peregrinaba hacia la tierra prometida, consideraba que el arca que albergaba las piedras contenía la “presencia del mismo Dios”.
Cuando David decidió trasladar el arca de la alianza a Jerusalén lo hizo con el propósito de construir un magnífico edificio para albergarla. El templo de Jerusalén era concebido como la morada donde residía físicamente Yahvé, el Dios de Israel.
Sabemos que el templo fue arrasado hasta sus cimientos en varias ocasiones; ya no se menciona la presencia del arca de la alianza, tal vez perdida para siempre durante el saqueo babilónico. Herodes el Grande acometió sobre el 20 a. C. obras de ampliación y embellecimiento que no habían concluido en el tiempo de Jesús. En este momento el Evangelio de Juan nos describe la subida de Jesús a Jerusalén.
"Las mujeres en la Iglesia no podemos callar. Algunas somos testigos y otras víctimas de una opresión insostenible. Considerad nuestro cuerpo y por tanto nuestra mente y nuestro espíritu como templo sagrado": Hna. Carmen Notario
Al llegar a la edificación nos presenta un panorama desolador: el templo, centro religioso y símbolo nacional de Israel, convertido en lugar de comercio y explotación.
"Encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas instalados, y haciendo como un azote de cuerdas, a todos los echó del templo. Y a los vendedores de palomas les dijo: —Quitad eso de ahí y no convirtáis la casa de mi Padre en una casa de negocios". (Jn 2, 14-16)
Me resultaría relativamente fácil hacer un comentario a este pasaje basándome en la simbología del 'azote de cuerdas', en lo que significan las 'ovejas' y las 'palomas' pero nos quedaríamos en una explicación de símbolos.
Ya sabemos que Jesús establece una nueva relación entre Dios y las personas, y que él mismo es el nuevo templo. A partir de él no necesitamos intermediarios para nuestra relación con Dios. También entendemos que los vendedores del templo representan a la jerarquía que explotaba a los pobres con el fraude de lo sagrado y que el dinero se había convertido en el dios del templo en lugar del Padre.
"Basta ya de profanar el cuerpo, la mente y el espíritu de tantas mujeres, niñas y niños por parte de aquellos que creen tener 'poder' porque se les ha otorgado un ministerio": Hna. Carmen Notario
"Hay algunos hermanos enfermos que abusan sexualmente de mujeres, hombres, niñas y niños, pero el peligro de hacer del poder y del dinero ídolos, está en todos nosotros": Hna. Carmen Notario. (Foto: Freepik)
El arca de la alianza ya no estaba en el templo, se había perdido por tanto el propósito del mismo. El lugar, que había sido construido para recordar que Dios permanecía fiel, se había convertido en lugar de negocios y explotación de los pobres en nombre de Dios, junto con el pueblo, que había hecho un compromiso de reciprocidad.
¿Cómo no iba a enfadar a Jesús un panorama tan desolador como ese? ¿Cómo hubiera podido dejar de pronunciarse ante las autoridades judías, a pesar de estar seguro de que no le entenderían?
¿Son nuestros templos hoy lugar de oración, de relación con Dios?
No hace falta remontarnos a los tiempos de Jesús, sino leer algunos de los titulares que aparecen en nuestros periódicos en los últimos meses; me refiero a periódicos religiosos de Estados Unidos y España:
*Una mujer que dice que fue abusada espiritualmente y sexualmente por un famoso jesuita demanda transparencia
*La formación enfocada a la reparación de abuso infunde esperanza entre las religiosas indias
* El franciscano Javier Garrido condenado por la Iglesia a dejar "todo ejercicio ministerial y pastoral" por abusar de dos religiosas
*La diócesis de Plasencia aparta "temporalmente" al cura que traficaba con estupefacientes
*Australia: La Iglesia ve "muy preocupantes" las denuncias de abuso sexual contra un obispo
"¡Claro que exigimos [las mujeres de la Iglesia] la plena participación en las decisiones que conciernen tanto a la comunidad local como a la comunidad universal!": Hna. Carmen Notario
Basta ya de profanar el cuerpo, la mente y el espíritu de tantas mujeres, niñas y niños por parte de aquellos que creen tener 'poder' porque se les ha otorgado un ministerio que era para estar al servicio, no para 'servirse de él'.
Basta también de tergiversar el mensaje de Jesús por parte de aquellos que, considerándose sucesores en la línea de los apóstoles, ni hacen ni dejan hacer: frustrados y amargados por una soledad invivible, cortan las iniciativas y acallan la voz del Espíritu en ese cuerpo de Cristo que somos todas y todos.
¿Hasta cuándo vamos a aguantar tanta humillación, tanto dolor, tanta frustración?
"La pasión por tu casa me consumirá".
No hermanos, no os confundáis, no nos tratéis con condescendencia ni os escudéis en que estos son solo unos pocos casos. Hay algunos hermanos enfermos que abusan sexualmente de mujeres, hombres, niñas y niños, pero el peligro de hacer del poder y del dinero ídolos, está en todos nosotros. También el conformismo 'ñoño' de los que miran para otro lado, o que intentan 'calmar las aguas', lo que esconde su mediocridad y tibieza.
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Las mujeres en la Iglesia no podemos callar. Algunas somos testigos y otras víctimas de una opresión insostenible. Considerad nuestro cuerpo y por tanto nuestra mente y nuestro espíritu como templo sagrado, como lo hizo Jesús. ¡Claro que exigimos la plena participación en las decisiones que conciernen tanto a la comunidad local como a la comunidad universal!
La acción de Jesús descrita en este pasaje es violenta. El enfrentamiento con las autoridades judías no puede ser más duro. Han usurpado el lugar de Dios y se sirven del templo para enriquecerse haciendo uso de un poder que se han otorgado a sí mismos.
—¿Qué señal nos presentas para hacer estas cosas? (Jn 2, 18)
Les replicó Jesús:
—Suprimid este santuario y en tres días lo levantaré. (Jn 2, 19)
"Él [Jesús] se refería al santuario de su cuerpo". (Jn 2, 21)
Cuando la verdad molesta, lo más fácil es quitar a la persona de en medio. Jesús se estaba convirtiendo en alguien indeseable desde el comienzo de su misión. Llamaba a un cambio radical de mente y corazón.
¿Cuál es la verdadera conversión, la 'metanoia', el cambio de mente y corazón al que se nos invita en esta Cuaresma?
