ENTREVISTA | Hna. Seli Thomas: "Queremos salvar a todos los niños y mujeres víctimas de la trata"

La religiosa obtuvo el Premio Hermanas contra la Trata 2023 por su labor en India

La Hna. Seli Thomas, miembro de las Hermanas de María Inmaculada, explica a madres de Dalit y de comunidades tribales un proyecto gubernamental para ellas en Krishnagar, ciudad del estado de Bengala Occidental, al este de la India. (Foto: cortesía Seli Thomas)

La Hna. Seli Thomas, miembro de las Hermanas de María Inmaculada, explica a madres de Dalit y de comunidades tribales un proyecto gubernamental para ellas en Krishnagar, ciudad del estado de Bengala Occidental, al este de la India. (Foto: cortesía Seli Thomas) 

por Jose Kavi

Contributing editor

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La Hna. Seli Thomas, miembro de las Hermanas de María Inmaculada de la India, fue una de las tres religiosas que recibieron el 31 de octubre [de 2023] el primer Premio de las Hermanas contra el Tráfico de Seres Humanos (Sata, por sus siglas en inglés).

También fueron galardonadas la Hna. Patricia Ebegbulem, de Nigeria, y la Hna. Francoise Jiranonda, de Tailandia. Las tres han rescatado a mujeres de redes que se lucran con la trata sexual y laboral. Thomas ganó el Premio al Bien Común por su valentía y creatividad a la hora de hacer frente a la explotación.

Organizada junto con Arise, la Unión Internacional de Superiores Generales y la Fundación Conrad N. Hilton, la ceremonia de entrega de premios en Londres congregó a 200 personas.

Thomas, es una monja y bogada que reside en la ciudad de Calcuta, en el este de la India. Su congregación también es conocida como las Hermanas de Krishnagar, ya que fue fundada en una ciudad del mismo nombre en Bengala Occidental, un estado del este del país asiático.

Thomas habló con GSR sobre las campañas contra el tráfico de seres humanos y los intentos de hacer autosuficientes a las mujeres de las aldeas.

La Hna. Seli Thomas, miembro de las Hermanas de María Inmaculada, habla con los aldeanos sobre las formas de prevenir la trata de seres humanos. (Foto: cortesía de Seli Thomas)

La Hna. Seli Thomas, miembro de las Hermanas de María Inmaculada, habla con los aldeanos sobre las formas de prevenir la trata de seres humanos. (Foto: cortesía de Seli Thomas) 
 

GSR: ¿Cómo se siente tras ganar el primer premio Sata?

Hna. Thomas: Es una mezcla de sentimientos, ya que Jesús, en su misericordia, me ha seleccionado para el premio Sata. Me siento humilde y, al mismo tiempo, feliz y honrada. Con un corazón agradecido, doy toda la gloria y el honor a Jesús por permitirme llegar a las periferias y rescatar a mis hermanas que sufren.

¿Qué dice la reseña del premio?

La reseña con el rostro de una mujer representa a todos aquellos a quienes sirvo en mi campaña contra todas las formas de trata. Dice así: "El dolor en el corazón de esta mujer, de toda mujer, es un grito que se eleva a Dios. Ella lleva con orgullo y amor las vidas rotas, el dolor de quienes han sufrido la violencia causada por la trata, por la codicia de dinero y poder".

[El premio] me agradece todos mis esfuerzos por hacer posible "un mundo sin trata". También me recuerda el trabajo que aún queda por hacer, así como quienes necesitan nuestra ayuda en el futuro.

¿Cuándo comenzó su misión contra la trata de seres humanos?

En 2010, tras licenciarme en Derecho. 

Varias madres aprenden a coser en Chougacha, un pueblo de Krishnaganj, en Bengala Occidental, estado del este de la India. Enseñar este oficio es una de las estrategias para que las mujeres sean autosuficientes. (Foto: cortesía Seli Thomas)

Varias madres aprenden a coser en Chougacha, un pueblo de Krishnaganj, en Bengala Occidental, estado del este de la India. Enseñar este oficio es una de las estrategias para que las mujeres sean autosuficientes. (Foto: cortesía Seli Thomas) 

¿Qué le impulsó a iniciar esta misión?

La Hna. Lisette Thuruthimattam, entonces superiora general de nuestra congregación, tras asistir a la asamblea plenaria de la UISG en 2009, me inspiró para aventurarme en la misión contra la trata de personas en Bengala Occidental. El obispo Louis Larravoire Morrow [de Krishnagar] fundó nuestra congregación —las Hermanas de María Inmaculada— para la evangelización y la catequesis con un impulso específico hacia las mujeres, las niñas y los niños.

Tras orar y discernir, nos dimos cuenta de que nuestro ministerio debía asumir los signos de los tiempos para responder a los retos y al grito agónico de las víctimas de la trata.

¿Cuál ha sido su experiencia en la lucha contra esta amenaza mundial?

Las causas profundas del tráfico son la pobreza, el analfabetismo y la falta de empleo. Erradicar la pobreza no es posible, pero podemos intentar reducirla en las zonas rurales y evitar que la gente emigre a las ciudades en busca de trabajo. Esto puede lograrse mediante programas sostenibles como sastrería, artesanía, etc.

Hemos conseguido, con el apoyo de nuestra congregación, suministrar más de 500 máquinas de coser que han ayudado a las mujeres a permanecer en [sus] aldeas. Con los años, la pobreza y el analfabetismo se han reducido en las zonas rurales de Bengala Occidental.

En segundo lugar, priorizamos la educación enviando a los hijos de las trabajadoras del sexo a internados. Hoy, la mayoría de esos niños trabajan tras completar sus estudios en diversos campos, como enfermería.

La trata es una amenaza mundial. Es un gran negocio y una esclavitud en la que gente saca provecho de la miseria, el dolor y el trauma de otra persona. Un individuo o una organización no pueden detener esta lacra social, pero juntos sí podemos.

La hermana Seli Thomas habla en un programa de sensibilización contra la trata de seres humanos en Chapra, un pueblo del distrito de Nadia, en Bengala Occidental, al este de la India. (Foto: cortesía Seli Thomas)

La hermana Seli Thomas habla en un programa de sensibilización contra la trata de seres humanos en Chapra, un pueblo del distrito de Nadia, en Bengala Occidental, al este de la India. (Foto: cortesía Seli Thomas) 

¿Podría explicar su trabajo?

Se trata de una misión especial en estos tiempos difíciles. Queremos salvar a todos los niños y mujeres víctimas de la trata. Empezamos este ministerio llevando a cabo programas de sensibilización en los pueblos y escuelas del distrito de Nadia, en Bengala Occidental, en colaboración con el panchayat [órgano cívico local] y la administración del distrito.

Cuando desaparece una niña, vamos con la familia a la comisaría y pedimos ayuda para encontrarla. Nuestras ONG colaboradoras también nos ayudan a rescatar a estas niñas. Las ONG también tienen casas de acogida para rehabilitar a las víctimas rescatadas. Con la ayuda de la organización gubernamental ChildLine, también detenemos algunos matrimonios infantiles. El responsable de protección infantil del distrito y otros funcionarios también nos ayudan.

Me he enfrentado a muchos retos por parte de los traficantes, pero solo me han hecho más fuerte y me han empoderado para continuar esta misión.

¿Apoya su congregación su trabajo?

Sí, mis superiores y hermanas nos apoyan y me han proporcionado una hermana compañera para la misión. También me han apoyado económicamente. Todas queremos salvar la vida de los niños, niñas y mujeres víctimas de la trata.

¿Es esta su primera misión en la congregación?

Después de mis primeros votos, me dediqué al ministerio de las visitas domiciliarias y al apostolado en las aldeas, enseñando e instruyendo a mujeres y niños en sus casas con una hermana mayor. Me gustaba ese ministerio, pero me pidieron que estudiara Derecho.

¿Podría contarnos algo sobre usted?

Soy hija de Thomas Thyparambil y Chinnamma Thomas. Nací en Karthedom, distrito Ernakulam, Kerala [suroeste de la India]. Tengo cuatro hermanos y cuatro hermanas. Nuestros padres nos educaron en la fe. El trabajo duro, los sacrificios y la vida de oración de mis padres allanaron el camino para mi vocación. Eran muy constantes con la oración diaria en familia, sobre todo con el rosario.

Insistían en que comiéramos en familia y en que tuviéramos todo en común. Tomaron la iniciativa de enviarnos a la iglesia para la santa misa y el catecismo dominical. Sus oraciones y sacrificios, junto con los de mis hermanos y hermanas, fortalecieron mi vocación.

Ingresé en el instituto en 1991, después de terminar el 10.º curso. Mi congregación me pidió que terminara el 12.º curso antes de aceptarme como candidata. Tras mi primera profesión, me enviaron a graduarme y a estudiar Derecho. Finalmente, me sumergí en la misión contra el tráfico de personas.

La Hna. Seli Thomas, miembro de las Hermanas de María Inmaculada, habla con jóvenes sobre la lucha contra la trata en Ranabondo, un pueblo del estado de Bengala Occidental, en el este de la India. (Foto: cortesía Seli Thomas)

La Hna. Seli Thomas, miembro de las Hermanas de María Inmaculada, habla con jóvenes sobre la lucha contra la trata en Ranabondo, un pueblo del estado de Bengala Occidental, en el este de la India. (Foto: cortesía Seli Thomas) 
 

¿Por qué se hizo religiosa?

Desde niña quise entregar mi vida a Jesús y servir al sufrimiento de la humanidad. Pero no estaba segura de la congregación a la que el Señor quería que me uniera. Mientras estudiaba [octavo curso], un domingo, durante la catequesis, conocí a dos hermanas de mi congregación que habían venido para la promoción vocacional. Nos dieron un folleto en el que explicaban su vida, su misión y su espiritualidad. Su carácter jovial, su simpatía y sus agradables sonrisas me atrajeron. Aunque había conocido a varias hermanas de distintas congregaciones, me atrajeron las hermanas sonrientes y amables. Conservé el folleto y recé al Señor para que me orientara según su santa voluntad.

Cuando terminé el 10.º curso, escribí a las hermanas de la congregación de Kalamassery [cerca de Kochi], las cuales visitaron mi casa, hablaron con mis padres e hicieron los preparativos para que me uniera a la congregación.

Hoy, cuando miro atrás, creo que la predilección de Jesús me trajo a esta congregación. No me arrepiento de nada; solo agradezco a Dios que eligiera a una niña débil de una aldea del interior para servirle a él y a su pueblo.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 12 de diciembre de 2023.