Social Service Sr. Elizabeth Lopez, right, packs candy and other treats for those at the Cobina Posada del Migrante shelter in Mexicali, Mexico, Feb. 8. Lopez, an immigration attorney, tries to inform asylum-seekers of what the U.S. asks for when granting asylum. (GSR photo/Rhina Guidos)
Nota de la editora: La serie Acogiendo al Extranjero de Global Sisters Report examina más de cerca a las religiosas que trabajan con inmigrantes o migrantes. Las entregas presentan a hermanas y organizaciones que colaboran en red para servir mejor a quienes cruzan las fronteras, exploran las tendencias migratorias mundiales y abordan el tema de la inmigración en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
La Hna. Elizabeth López se siente tan cómoda sirviendo un plato de sopa a migrantes en un lado de la frontera como luchando por ellos en los tribunales de inmigración en el otro lado.
"Día tras día escucho las historias de mis clientes que han venido aquí y lo que han arriesgado y lo que han dejado atrás", dijo López sobre lo que la impulsa a dar ayuda a los recién llegados como abogada de inmigración en el área de San Diego, California, Estados Unidos (EE. UU.).
Incluso cuando la inmigración se convierte cada vez más en un tema político que nadie quiere tocar antes de las elecciones presidenciales de noviembre en EE. UU., la hermana López, fundadora y directora ejecutiva del Proyecto de Inmigración del Sur de California (EE. UU.), mantiene su compromiso de ayudar a los solicitantes de asilo.
Dándole de comer a la gente o informándoles sobre lo que constituye el asilo y lo que necesitan para ayudar a reforzar su caso en los tribunales de inmigración, la religiosa ejemplifica la larga y rica historia de las Hermanas del Servicio Social en su misión de ayudar a los demás.
Margit Slachta, fundadora de la congregación, fue una ardiente luchadora contra el antisemitismo en la Hungría de los años 1940 y era conocida por su defensa pública de los judíos, denunciando leyes contra ellos, ayudándoles a escaparse de la deportación en algunos casos, alimentándoles y acogiéndoles en conventos.
La historia de los orígenes de la orden junto con la de su familia —que impulsaba la educación y la justicia social— ha llevado a López, a lo largo de los años, a proporcionar información que ayuda a los solicitantes de asilo a presentar sus casos ante los jueces de inmigración estadounidenses.
Con frecuencia, la hermana visita albergues y otros centros donde se reúnen inmigrantes para explicarles sus derechos.
“Día tras día escucho las historias de mis clientes: lo que han arriesgado y lo que han dejado atrás. (..). El 95 % de nuestros casos son de asilo; y nuestros clientes, africanos o miembros del colectivo LGBTIQ+": Hna. Elizabeth López
Social Service Sr. Elizabeth Lopez, left, talks to a group of migrants at the Cobina Posada del Migrante shelter in Mexicali, Mexico, Feb. 8. Lopez, an immigration attorney, tries to inform asylum-seekers of what the U.S. asks for when granting asylum. (GSR photo/Rhina Guidos)
"Les hago preguntas a las personas individualmente y les informo de las pruebas que van a necesitar para que, mientras están esperando en un albergue, puedan intentar reunir [pruebas] y que se las envíen a ellos o a un familiar en Estados Unidos, de modo que puedan estar mejor preparados para enfrentarse a su entrevista de temor creíble [de persecución o tortura] o, con suerte, a un caso de asilo en el futuro", explicó. "Siempre quiero que la gente esté lo mejor informada, ya que se encuentra en un sistema difícil y muy enrevesado", añadió.
Mientras los partidos políticos compiten por la oportunidad de comunicarle a los votantes cómo van a disuadir a la gente de entrar a EE. UU., López se mantiene firme, enfocada en cómo puede ayudar a los inmigrantes a usar las vías legales a su alcance. Recientemente asistió a un evento con otras religiosas en la frontera sur de este país con México, en donde reflexionó sobre el sufrimiento de los migrantes, habló con un grupo que esperaba subir a un autobús tras cruzar la frontera y visitó un campo abandonado en el desierto al sur de San Diego, donde migrantes habían buscado refugio, y un cementerio donde están enterrados quienes han muerto en el viaje migratorio y cuya identidad se desconoce.
"Esto me lleva más cerca a la realidad. Saber por lo que han pasado mis clientes y solo pensar que podrían haber caminado hasta aquí o podrían haber acabado en ese cementerio… me ha impactado profundamente", afirma.
GSR: Cuénteme un poco cómo encaja ser abogada en su vocación.
López: Bueno, la misión y el carisma de nuestra comunidad es ocuparnos de los más vulnerables: los marginados. En particular, empezamos enfocándonos en las mujeres y los niños; pero, por supuesto, en realidad abarca a todo el mundo. Nuestra fundadora fue la primera mujer elegida parlamentaria en Hungría. Así que también tenemos el carisma de hacer cambios sistémicos e ir a la fuente del problema y resolverlos. Creo que encaja muy bien con nuestro carisma y nuestra misión.
¿Qué es lo que más le gustaba de su fundadora?
Simplemente eso. Siempre he tenido una sólida formación en la justicia social, desde que nací. Mis padres están muy orientados a la justicia social, así que fue algo muy arraigado en mí ayudar a los menos afortunados, a los marginados, a los que no tienen voz.
¿Conoció a alguna hermana en particular?, ¿o cómo se familiarizó con la orden?
En realidad, crecí en el condado de Orange [California, EE. UU.], y en la iglesia en la que estaba, San Joaquín en Costa Mesa [California], uno de los seminaristas de allí conocía a una de nuestras hermanas... había enseñado en el seminario, y a él le caía muy bien y me conocía bastante bien. Así que me dijo: "Oye, ella es genial. Creo que deberías conocer esa orden. Y están muy enfocadas en la justicia social". Así que, debido a eso, pasé tiempo con las hermanas. Y cuanto más las conocía, me sentía como en casa. Encajaba bien conmigo porque también estaban orientadas a la justicia social.
Social Service Sr. Elizabeth Lopez talks to a little girl while petting a cat at the Cobina Posada del Migrante shelter in Mexicali, Mexico, Feb. 8. Lopez, an immigration attorney, said her family’s commitment to social justice took her on a path to join the Social Service Sister focused on systemic change. (GSR photo/Rhina Guidos)
Cuénteme un poco de algunos de los retos de su profesión, ya que estamos hablando de inmigración, un tema muy polémico, incluso dentro de la Iglesia. ¿Cuáles son algunos de los retos que enfrenta?
Bueno, los retos a los que me enfrento son con la administración de nuestro Gobierno. Cuando empecé a trabajar como abogada de inmigración era la época de Obama, y las cosas eran muy diferentes. Había un sentimiento más acogedor en nuestro país. Y desde entonces, las cosas han evolucionado mucho. Y bajo la administración anterior era realmente como estar en una zona de guerra para todos nosotros, los abogados de inmigración. Era horrible, porque cada semana había más derechos que eran despojados de nuestros clientes. Había menos jurisprudencia con la que luchar, menos normas y reglamentos a los que nos habíamos acostumbrado y que se desmoronaban a nuestro alrededor. Todo el mundo en el proceso de inmigración tenía una sensación de desesperanza. Fue muy duro.
¿Han podido recuperar algo de esa esperanza bajo esta administración? Hubo una promesa de que se permitiría la entrada de un mayor número de asilados, aunque esa cifra no se ha materializado. ¿Hay cosas que hayan acabado funcionando mejor después de ese periodo?
Bueno, lo mejor es que conseguimos un fiscal general mejor que recuperó muchas de las leyes que protegían a los inmigrantes y las revirtió con respecto a lo que había hecho el fiscal general [Jeff] Sessions. Eso fue esperanzador, y ocurrió prácticamente en el primer año del Gobierno de Biden. Más allá de eso, no ha habido muchos cambios. Y en el último año hemos visto que se ha puesto igual de mal, si no peor, que bajo la administración de Trump. Así que ha sido muy frustrante y decepcionante para nosotros.
¿Y cuáles son sus preocupaciones ante esta temporada electoral?
De lo que se habla en el Congreso. Y si Trump es reelegido, quitará el asilo en su totalidad y probablemente volverá a cerrar la frontera.
Advertisement
Cuénteme un poco de sus clientes. ¿Son en su mayoría solicitantes de asilo?
Solo nos ocupamos de casos de asilo y de todo lo que conlleva: permisos de trabajo, estatus de protección temporal (TPS), si es que nuestros clientes pueden optar a ellos. Pero el 95 % de nuestros casos son de asilo, y nuestros clientes son africanos o miembros del colectivo LGBTIQ+ de cualquier país.
Y hablando un poco de los miembros LGBTIQ+. ¿Cuáles son algunas de las consideraciones especiales? Algunas personas dirán, ¿por qué son una población vulnerable?
De cualquier país del que vengan, son un objetivo. Ahora bien, México ha mejorado en su trato a los LGBTIQ+, pero los transexuales siguen siendo un grupo de alto riesgo en ese país. En el continente africano, la mayoría de los países son musulmanes. Si eres LGBTIQ+, según las creencias musulmanas, te matan. Para ellos, no hay nada más abominable que ser LGBTIQ+.
¿Enfrentan algún peligro especial en la detención, en el centro de detención de inmigrantes o incluso en el propio viaje de inmigración?
Sí. De nuevo, son el blanco de otras personas que viajan con ellos debido a su orientación sexual. En los centros de detención —llevo 15 años en esto—, EE. UU. ha intentado segregar [la detención] y tener ciertos centros de detención que alberguen solo en un ala especial a los LGBTIQ+, por su propia seguridad, pero eso no ha sucedido en todo el país e incluso fracasó en California cuando intentábamos apoyarlo. Así que ahora están en la población general. Y sí, las cosas no van bien, especialmente con los clientes trans. Puede que necesiten llevar sujetador u otro tipo de terapia hormonal, cosas así, y eso no se les da muchas veces, especialmente ropa interior que necesitan y que no les dan porque están en la población general.
Probablemente hay un grupo de católicos que dirían: "¿Por qué las hermanas ayudan a alguien que es LGBTIQ+? ¡Va en contra de las enseñanzas de la Iglesia!" ¿Qué les diría usted?
Les diría que Dios crea toda la creación, y que Dios es amor, y que no importa cuál sea tu orientación sexual, Dios te creó, y Dios te ama por igual.