En una escena de la película Cabrini, la madre Francisca Javier Cabrini, interpretada por la actriz italiana Cristiana Dell'Anna, se reúne con el papa León XIII, interpretado por el veterano actor italiano Giancarlo Giannini, en el Vaticano. (Foto: cortesía de Angel Studios)
Una nueva película recoge la vida, el espíritu y el testimonio de la madre Francisca Javier Cabrini (1850-1917), fundadora de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y más conocida y honrada como patrona de los inmigrantes.
La película, titulada Cabrini, se estrenó el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Escrita por Rod Barr y dirigida por el reconocido cineasta Alejandro Monteverde, la obra se centra en el ministerio inicial de Cabrini en la ciudad de Nueva York, que comenzó en 1889 y estuvo marcado por su tenaz persistencia para iniciar y luego ampliar un ministerio urbano para ayudar a los inmigrantes italianos, en particular a los niños italoamericanos.
"La Madre Cabrini hizo que las cosas sucedieran", dijo J. Eustace Wolfington, productor ejecutivo de la película, en una entrevista con Global Sisters Report. "Encontró soluciones. Ella se ocupaba del inmigrante", añadió.
Imagen del cartel de la nueva película Cabrini, estrenada el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. (Foto: cortesía de Angel Studios)
Pero más allá de su retrato de una parte importante de la vida y el ministerio de Cabrini, el productor afirma que la película también pretende ser un homenaje a las hermanas católicas de todo el mundo, cuyo trabajo —considera— a menudo se pasa por alto y no se aprecia lo suficiente dentro de la Iglesia o por la sociedad en general.
"La película les da voz" a las hermanas católicas, aseveró, mientras que algunas religiosas que la vieron en proyecciones privadas de preestreno opinaron que la obra "ha devuelto la dignidad a la hermandad".
El productor afirma que la reacción de las hermanas que han visto la película ha sido entusiasta, sobre todo la de los miembros de la congregación que ella fundó.
"Esa es Cabrini, esa es Cabrini", han dicho las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús después de ver el preestreno de la película, dijo Wolfington.
Dos de estas hermanas son Diane Olmstead y Pietrina Raccuglia, ambas miembros de la Provincia Guadalupe de la congregación.
En una entrevista conjunta con GSR, dijeron que entre las dos habían visto la película nueve veces —seis veces Raccuglia y tres veces Olmstead—. Ambas afirmaron que volverían a ver Cabrini con mucho gusto, y que piensan hacerlo.
Las religiosas también expresaron que la película era inspiradora por muchas razones: por describir la espiritualidad de Cabrini; por contarnos los muchos retos a los que se enfrentó en su ministerio, que comenzó en la zona de Five Points, en Nueva York, asolada por las bandas; y por ofrecer un retrato fiel de las hermanas que trabajan en el mundo.
En una imagen de la nueva película Cabrini, aparece la Madre Cabrini en una escena —interpretada por la actriz italiana Cristiana Dell'Anna— sentada junto a uno de sus huérfanos al inicio de su ministerio en las calles de Nueva York. (Foto: cortesía de Angel Studios)
"Es una pista de su relación con Jesús", dijo Raccuglia, quien preside el consejo de la Fundación Cabrini Mission, con sede en Nueva York. La película describe explícitamente "la misión de mostrar el amor de Cristo en el mundo, y que todo el mundo es amado por Dios".
"Cabrini muestra cómo la Madre Cabrini tenía una pasión por Cristo, tenía pasión por la humanidad", dijo Olmstead, superiora provincial de la Provincia de Guadalupe.
La película retrata conmovedoramente la persistencia de Cabrini y sus intentos de desafiar los obstáculos, entre ellos los prejuicios profundamente arraigados contra los italianos que habían emigrado a Estados Unidos y una cultura cívica y política de Nueva York dominada por los protestantes que se negaban a reconocer los esfuerzos humanitarios de la hermana y sus compañeras.
Cabrini, representada por la actriz italiana Cristiana Dell'Anna, también se enfrentó a una jerarquía católica a veces poco cooperativa en Nueva York y Roma, aunque la película deja claro que la hermana fue capaz de superar la resistencia inicial de los clérigos masculinos con su persistencia, pasión y buen sentido para los negocios.
Raccuglia señala que la relación de Cabrini con el arzobispo Michael Corrigan —piedra angular de la película— fue al principio incómoda, pero que las cartas entre ellos muestran que acabaron convirtiéndose casi en amigos. (En la película, Corrigan es interpretado por el actor estadounidense David Morse).
Y aunque era obediente a la autoridad eclesiástica, Cabrini se impacientaba a veces cuando se le pedía que mantuviera su lugar como mujer. "Ella solo quería mantener el lugar para Jesús", dijo Raccuglia.
Fotograma de la película Cabrini, en la que la actriz italiana Cristiana Dell'Anna interpreta a la madre Francisca Javier Cabrini. (Foto: cortesía de Angel Studios)
"Siempre actuó como una mujer de la Iglesia", dijo Olmstead y agregó: "Creía en la autoridad, y era una mujer de su tiempo. Ella tenía claro en sus ministerios que no era irrespetuosa. Era obediente. Pero la suya no era una obediencia ciega".
No obstante, la película muestra que en casi cada momento Cabrini se enfrentaba a un nuevo reto que al final era capaz de superar, ante el asombro, la frustración y luego la admiración a regañadientes de figuras como el papa León XIII, interpretado por el veterano actor italiano Giancarlo Giannini, quien en un momento dado le dice: "Me fascinas, Cabrini. No sé cuándo acaba tu fe y empieza tu ambición".
Ese momento, escribe el crítico Frank Scheck en una crítica generalmente positiva publicada el 29 de febrero en The Hollywood Reporter, es uno de los varios en los que la película "evita inteligentemente convertir al personaje en un santo de cartón".
De hecho, la película —que Scheck describe como un "biopic a la antigua usanza, de estilo clásico"— no resta importancia a la obstinación del personaje del título frente a la adversidad.
En un momento dado, la protagonista dice: "El mundo es demasiado pequeño para lo que pretendo hacer".
Escena de la película Cabrini en la que la Madre Cabrini regresa a Roma para reunirse con el papa León XIII. (Foto: cortesía de Angel Studios)
Pero la película también deja claro que llegar a ser santo requiere profundos recursos espirituales y perseverancia, no solo santidad.
E inteligencia práctica. "Era una santa", dijo Wolfington. "Pero era una gran mujer de negocios. La gente se sorprendía de lo lista que era", añadió.
"Sabía cómo manejar el sistema", dijo Raccuglia.
La película está siendo distribuida por Angel Studios, que también estrenó la película de Monteverde 2023 Sound of Freedom, centrada en el tráfico sexual infantil.
Wolfington, de 91 años, dijo que lleva mucho tiempo unido a Cabrini como figura de respeto e inspiración y que la hizo su santa patrona a los 23 años. Pero a pesar del lugar de honor que ocupa la religiosa en el mundo católico, espera que la película pueda ser acogida de forma universal, tanto por católicos como por no católicos, que podrían ver a Cabrini como una santa figura humanitaria como la Madre Teresa o Mahatma Gandhi.
Aunque la película no pretende comentar directamente los actuales debates estadounidenses sobre la inmigración, Wolfington afirma que "Cabrini es una película de este tiempo" y reconoce claramente que existe una larga historia de prejuicios contra los inmigrantes en Estados Unidos.
En un momento de la película, un transeúnte lanza un ladrillo con un feo insulto antiitaliano por la ventana de un hospital que Cabrini está renovando. En otra escena, un alcalde ficticio de Nueva York, interpretado por el actor John Lithgow, dos veces nominado al Oscar, se lamenta de que sus adinerados electores del Upper West Side de Manhattan estén cansados de una "oleada de mugre de piel morena que desfila por sus calles con una monja como su flautista de Hamelin".
"Los prejuicios sufridos por los inmigrantes italianos no se exageran [en la película]", afirma Wolfington. "Realmente eran perseguidos. Eran mano de obra barata. Vivían en guetos", indicó.
Raccuglia cree que la pasión de Cabrini por los derechos de los inmigrantes era tan fuerte que si viviera hoy estaría "en la frontera", trabajando en favor de los inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos con México.
Lo que Cabrini hizo en su momento, dijo Wolfington, fue inculcarles "de nuevo el orgullo [a los inmigrantes]".
Tal orgullo procedía de su propia experiencia vital. Cabrini nació en el norte de Italia, fundó su congregación en 1880 y viajó con otras seis hermanas misioneras al Nuevo Mundo en 1889, a pesar de su fragilidad física —tuvo una salud delicada durante gran parte de su vida—.
En un momento dado se plantea si debe aceptar sus debilidades o "servir a su propósito". Optó por lo segundo y murió a los 67 años, viviendo mucho más de lo que se esperaban.
"Cuando Cabrini estaba convencida de algo, nada la detenía", dijo Olmstead.
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En un principio, Cabrini había querido iniciar misiones en China, pero León XIII la presionó para que fuera a Nueva York, con su gran población de inmigrantes italianos.
La religiosa se nacionalizó estadounidense en 1909 y fue canonizada por el papa Pío XII en 1946, siendo la primera estadounidense en recibir tal honor. A lo largo de 34 años de ministerio, fundó 67 hospitales, orfanatos y escuelas, según la información de prensa facilitada por los realizadores de la película.
Aunque la película se centra solo en sus primeros años en Nueva York, llegó a trabajar en al menos otros seis estados de Estados Unidos, incluido Colorado, así como en Latinoamérica y Europa.
Aun así, la influencia de Cabrini se sigue sintiendo en Nueva York:
- Cabrini Immigrant Services, una agencia de servicios sociales, sigue trabajando para ayudar a los inmigrantes recién llegados que se enfrentan a los numerosos retos de la vida en la ciudad de Nueva York.
- Cabrini Mission Foundation, con sede en Nueva York, ayuda a financiar y apoyar programas de las Hermanas Misioneras y sus socios, incluida la labor en la frontera entre Estados Unidos y México.
- En el Alto Manhattan, cerca del parque Fort Tryon los restos de Cabrini están depositados en el altar de una capilla que atrae diariamente a peregrinos de todo el mundo.
- Mientras tanto, en 2020 se dedicó un monumento a Cabrini en Battery Park, en el bajo Manhattan, en un lugar que domina la venerada Estatua de la Libertad y la isla de Ellis, monumentos asociados desde hace mucho tiempo por su conexión con el legado de los inmigrantes estadounidenses.
Cabrini no se rodó en Nueva York, sino en Buffalo (Nueva York) y sus alrededores, así como en otros lugares del oeste de Nueva York, con escenas adicionales rodadas en Roma.
Wolfington dijo que aceptó firmar como productor ejecutivo con la condición de que los ingresos netos de la película se donaran a obras benéficas, incluidas las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús.
Espera que sea una piedra clave para lo que llamó "un gran, gran estreno para una película independiente".
Olmstead y Raccuglia dijeron que aunque esperan que la película inspire a algunas mujeres a considerar unirse a su congregación, otra esperanza es que los espectadores de Cabrini "salgan de sí mismos y ayuden a alguien necesitado", dijo Raccuglia. O como dijo Olmstead, "que sean misioneras del amor en el mundo".
También esperan que Cabrini dé al público una idea de cómo es realmente la vida religiosa, ya que muchas películas, en su opinión, no describen con exactitud la vida o el ministerio de las hermanas.
"Sí, esta película trata sobre la Madre Cabrini, pero también sobre la vida de las religiosas y el trabajo que realizan en el mundo", dijo Olmstead.
"Esta película", dijo Raccuglia, "es un homenaje a las hermanas de todo el mundo".
Nota: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 8 de marzo de 2024.